Declaración de principios

Este blog se inaugura como punto de encuentro, como no-lugar para compartir, sin más límite que el del respeto, sin más sentido común que aquél del que os sea imposible despojaros. Bienvenidos. Adelante. Entrad. La puerta está abierta.

viernes, 8 de junio de 2007

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA

-Dicen que hay una lengua nórdica que recoge más de veinte palabras para nombrar los diferentes tipos de blanco. Una lengua vinculada a una realidad promiscua en tonalidades de blancos. Una realidad en la que tú y yo sólo tendríamos un término donde otros tendrían una veintena; más aún, nuestro ojo sólo tendría capacidad para distinguir el único blanco que conoce.
-Pero eso es educable. Necesitaríamos tiempo para aprenderlo, simplemente.
-¿Necesitaríamos? ¿Tú y yo?
-Claro. Tú y yo. Nuestros ojos, nuestro lenguaje.
-¿Y crees de verdad que si tuviéramos veinte clases de blancos tú y yo seríamos tú y yo?
(Jueves 31 de mayo de 2007)

2 comentarios:

NSN dijo...

¿E incluso teniendo una clase de blanco tú y yo somos tú y yo? Son tantas las pequeñas variantes que mutan en nosotros mismos, que no sabemos quiénes somos. Decía Werther: ¿cómo puedo saber quién soy, si unas veces amo y otras odio?
Felicidades por el blog, preciosa.

laeienda dijo...

Tal vez la solución pase por "no volver a nombrar ciertas cosas", por "no darles lugar lingüístico en el pensamiento", o tal vez pase por hecer una revisión no de lo que vemos pero sí de las cosas que realmente nos son importantes y nombrarlas, una a una, haciendo de ello una ciencia de lo único, de lo irrepetible y de lo especial.
Gracias, pequeñita!